Madrid- Un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas
(CNIO), en el que colabora el científico Mariano Barbacid, ha demostrado,
a partir de experimentos en ratones modificados genéticamente que la
proteína p38 MAPK inhibe la producción de tumores de pulmón, explicó a Efe
el director de la investigación, el biólogo Ángel Rodríguez Nebreda.
Del
trabajo se desprende además que el suministro de fármacos que inhiben esta
proteína, y que ahora se desarrollan para aliviar inflamaciones, podrían
favorecer la producción de tumores en el pulmón en colectivos con más
riesgo de desarrollar este cáncer, como los fumadores. Aunque los
resultados obtenidos en los experimentos habría que evaluarlos en humanos,
las conclusiones son «consistentes» con las conclusiones de otras pruebas
en tumores cancerígenos humanos, añadió Nebreda.
Este trabajo, cuyo autor
principal es Juan José Ventura, aparece publicado en la revista «Nature
Genetics». Según Nebreda, «hemos analizado muestras de tumores de pulmón
humanos para comparar la expresión de p38 en los tumores y en el pulmón
normal; en los tumores la expresión de p38 está reducida». «La reducción
en la expresión de p38 facilita la formación de tumores», probablemente
debido a un proceso de selección de las células que expresan menos p38. A
los ratones empleados en el estudio se les sometió a una modificación
genética para reducir la expresión de la proteína p38 en más de un 90 por
ciento, y a continuación, se les hizo expresar un oncogén que produce
tumores. Esta segunda fase se realizó en colaboración con el grupo de
Barbacid, también del CNIO, y para ello, se usó un modelo descrito por
este prestigioso científico, consistente en expresar un oncogén, el K-Ras.
Los resultados desvelaron que los tumores se iniciaban antes en esos
animales que en otros con la proteína p38 expresada normalmente, y además
estos tumores progresaban más rápido hasta estadios malignos, lo que
causaba una muerte más precoz. Con anterioridad, los científicos
estudiaron la función de la proteína señalizadora p38 y sus conclusiones
fueron que, sin esa proteína, «la estructura del pulmón empieza a
alterarse hasta que los ratones terminan teniendo problemas
respiratorios».
Los investigadores comprobaron que esa proteína juega un
papel muy importante en la regulación de las células madre; sin esa
proteína, aquéllas no se diferencian en los tipos de células pulmonares,
lo que hace que la estructura del pulmón se altere. A nivel bioquímico,
explicó Nebreda, p38 coordina una serie de señales intracelulares que
permiten a la célula proliferar cuando tiene que hacerlo o diferenciarse.
Según el científico, otra de las implicaciones de este estudio, ha sido
lograr cultivar en el laboratorio células madre de pulmón, es que han
diferenciado in vitro en una placa de cultivo a distintos tipos celulares.
«Esto abre la posibilidad de regenerar el tejido pulmonar en el
laboratorio, y usarlo con fines terapéuticos», explicó. Es algo a largo
plazo, pero el hecho de tener estas células en un cultivo nos permite
caracterizarlas y empezar a pensar en estos estudios.